El coaching sistémico mira a la persona como un miembro inmerso en un sistema, una constelación, una red vinculada y de mutuo intercambio.
En este sistema no pueden desligarse las actuaciones porque no son aisladas, tienen un impacto por el que se ve influido el sujeto y en el que influye tanto intra como interpersonalmente.
La constelación familiar (Familienaufstellung, en alemán, cuya traducción es colocación de la familia) es una psicoterapia que postula que las personas son capaces de percibir patrones y estructuras en las relaciones familiares y que estos quedan memorizados, sirviendo como esquemas afectivos y cognitivos que afectan negativamente a su conducta.
El Coaching sistémico parte de la base de que el ser humano no es un elemento aislado sino un ser en relación con los demás en los diferentes sistemas en los que se ve inmerso.
Dentro de estos sistemas la individualidad pierde protagonismo frente al conjunto y la interacción de las personas que lo conforman.
Un sistema es un ente en el que repercute cualquier modificación o acción que haya realizado alguno de los individuos.
La persona pertenece a su vez a una red de sistemas en los que está inmerso y todos ellos se ven sujetos a las siguientes leyes sistémicas:
Ley de Pertenencia
Ley de Prevalencia de los más antiguos frente a los nuevos en su incorporación
Ley del Equilibrio entre el dar y el recibir
Ley de la Jerarquía que se encuentra a disposición de los demás
Ley del reconocimiento por el rendimiento y la aportación
Ley de la Aceptación y reconocimiento de lo que hay